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La violencia doméstica afecta a todo el hogar

Hablamos de violencia doméstica cuando una persona trata de controlar y de ejercer poder sobre su pareja en el contexto de una relación sentimental.

Pueden darse diferentes tipos de abuso: físico, emocional, sexual o financiero. Cualquier persona, en cualquier tipo de hogar, puede verse afectada por la violencia doméstica. Existen una serie de señales de advertencia que pudieran indicar que tu relación es abusiva.

Qué es el abuso físico?
El abuso físico es, posiblemente, la forma más reconocible de abuso. Puede ocasionar daños físicos, y en algunos casos, poner la vida en juego. No siempre deja cicatrices u otras huellas visibles. Si te tiran del pelo, o te tiran un huevo a la cara, estás siendo maltratada. No minusvalores lo que te está pasando. Con el paso del tiempo, muchas veces las cosas empeoran.

Hablamos de abuso físico cuando:

  • Te empujan.
  • Te abofetean o dan puñetazos.
  • Te pegan con palos, palos de golf, palos de rugby, martillos o cinturones.
  • Te clavan cuchillos o trozos de cristal roto.
  • Te amordazan cuando quieres gritar, durante el enfrentamiento físico.
  • Te escupen u orinan encima.
  • Te golpean severamente, tirándote del pelo.
  • Te pegan y violan y te empujan por las escaleras estando embarazada.
  • Te golpean la cabeza contra la pared o contra el salpicadero del coche.

¿Qué es el abuso emocional?
El abuso emocional constituye un modo altamente eficaz de establecer un desequilibrio de poder dentro de una relación. A menudo es invisible o intangible para cualquier persona externa. El abuso emocional es tan perjudicial como la violencia física. A menudo implica abuso físico o sexual, o amenazas de los mismos.

Hablamos de abuso emocional cuando:

  • Te menosprecian.
  • Te critican constantemente.
  • Te supervisan y controlan constantemente en tu uso de la tecnología: te graban las llamadas telefónicas, comprueban las llamadas realizadas, te leen los mensajes de texto o los correos electrónicos, te espían en casa mediante el uso de cámaras ocultas instaladas en el hogar.
  • El maltratador amenaza con matar a la mujer, a sus hijos, a familiares de la mujer o con matarse a él mismo y da detalles acerca de cómo y cuándo lo hará.
  • El maltratador es violento en el uso de y rompe propiedades como el coche, los muebles, la ropa u otros artículos del hogar.
  • El maltratador utiliza insultos y lenguaje despectivo para referirse a ti (por ejemplo, “esa cosa”, “puta”).
  • El maltratador atrapa a su víctima, dejándola sin llaves del coche, vaciando el depósito de gasolina del coche o privándole del uso del teléfono (llevándoselo o rompiéndoselo), para que no pueda pedir ayuda.
  • El maltratador nunca deja sola a su víctima: dentro de casa, la persigue de habitación en habitación y cuando la mujer sale de la misma, siempre va con ella.

¿Qué es el abuso sexual?
Cuando existe una dinámica de control y abuso dentro de una relación sentimental, la probabilidad de que haya coacción y abuso sexual es alta. Para las mujeres víctimas de maltrato por parte de sus parejas, la negociación de una relación sexual libre e igualitaria es tanto más difícil.

Hablamos de abuso sexual cuando:

  • Te violan y pegan repetidamente; te desnudan a la fuerza y violan; te dicen que es tu deber tener relaciones sexuales con tu maltratador.
  • Te violan delante de tus hijos.
  • Te violan en momentos en los que uno está particularmente vulnerable; por ejemplo, tras haber dado a luz.
  • Te degradan sexualmente, inclusive mediante el uso forzado de pornografía dura.

¿Qué es el abuso financiero?
El abuso financiero es un tipo de violencia doméstica, en el que el abusador utiliza el dinero como medio para controlar a su pareja. Se trata de una técnica que el abusador emplea para ganar en poder y dominancia, diseñada para arrinconar a la mujer en un estado de completa dependencia financiera. Mediante el control del acceso por parte de la mujer a los recursos económicos, el abusador logra que la mujer se vea forzada a elegir entre permanecer en una relación de abuso, o enfrentarse a la pobreza extrema.

Hablamos de abuso financiero cuando:

  • Te controlan las finanzas del hogar.
  • No te dejan tener unos ingresos propios que te permitan ser independiente económicamente.
  • Tienes que justificar todas las compras y gastos, aportando los recibos y tickets de los mismos.
  • Te prohíben comprar artículos de uso personal, como compresas o tampones.
  • Te confiscan tus tarjetas bancarias y vacían las cuentas bancarias conjuntas.
  • No te pasan la pensión alimenticia para los hijos, o sólo de vez en cuando.
  • Falsifican tu firma en los cheques.
  • Te retienen el dinero si no accedes a tener relaciones sexuales.
  • Te niegan dinero para alimentos, para ti y para tus hijos, y para pagar las facturas del hogar.
  • Se utiliza el argumento de la recesión económica para justificar el abuso.

La violencia doméstica es descrita como “el más democrático de todos los delitos”. Esto significa que la violencia doméstica puede afectar a cualquier mujer en una relación íntima. No existe un prototipo de “hogar” más propicio para la violencia doméstica. Tampoco un prototipo de mujer maltratada. En Irlanda, una de cada cinco mujeres es víctima de la violencia doméstica, con independencia de su edad, estado civil, etnia, religión o contexto socioeconómico

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