Es el miedo persistente e irracional muy intenso y angustioso a un objeto, a un animal (como perros, serpientes, arañas o insectos), a determinadas personas o a una actividad o situación particular (como el miedo a volar, los lugares altos, relámpagos o ver sangre).
Las fobias específicas son un tipo de trastorno de ansiedad y uno de los trastornos psiquiátricos más comunes, que afectan hasta un 10% de la población. La exposición al estímulo que causa el miedo puede provocar una ansiedad o ataque de pánico extremos. Hay tipos diferentes según el objeto causante y en muchos casos tienden a ser crónicas. Las personas que lo padecen a menudo reconocen que su miedo es irracional pero son incapaces de evitarlo.
Síntomas:
La amenaza o exposición al objeto de la fobia provoca una reacción de ansiedad o molestia desproporcionada Sudoración excesiva, control motor deficiente y frecuencia cardiaca rápida Evitar situaciones en las cuales se puede contactar con el objeto de la fobia, lo que puede interferir con el trabajo y la interacción social y tener sensación de debilidad, cobardía y pérdida de autoestima
Fobia social
Es el miedo persistente e irracional a situaciones en que la persona puede estar siendo observada de cerca y juzgada por otros, y le impide hablar y relacionarse con los demás, en el trabajo, en la escuela, en fiestas u otros eventos sociales. Puede iniciarse en la adolescencia y estar asociado a sobreprotección de los padres u oportunidades sociales limitadas. Hombres y mujeres resultan afectados por igual en este trastorno, que puede derivar en soledad, aislamiento social y dependencia del consumo de alcohol y drogas, dado que pueden confiar en ellas para relajarse en situaciones sociales.
La timidez es diferente de la fobia social. Las personas tímidas son incapaces de participar en funciones sociales, pero las personas con fobia social están limitadas por su condición hasta el punto de afectar a su capacidad para el trabajo y las relaciones interpersonales. Miedos comunes son hablar en público, conocer nuevas personas, utilizar baños públicos, acudir a eventos sociales o comer, beber y escribir en público.
Agorafobia
Es un miedo a los lugares en donde podría ser posible no encontrar ayuda, particularmente miedo a las multitudes, puentes o a estar solo en espacios abiertos. A menudo está presente junto con otros trastornos de ansiedad, como el de pánico o fobias específicas. Si se presenta acompañada de trastornos de pánico, el comienzo se da usualmente a los 20 años de edad y afecta más a las mujeres que a los hombres.
Las personas que presentan este trastorno pueden encerrarse en casa durante años, con el consecuente deterioro de la interrelación personal y social. Los síntomas son:
- Temor a estar solo o sola
- Temor a perder el control en un lugar público
- Temor a estar en lugares en donde la salida pueda ser difícil
- Permanencia en casa por períodos prolongados de tiempo
- Sentimiento de indiferencia o de alejamiento de los otros
- Sentimiento de abandono
- Dependencia de los demás
- Sentimiento de que el cuerpo o el medio ambiente son irreales
- Ansiedad o ataque de pánico
- Temperamento inusual o agitación con temblor o crispamiento espasmódico
Otros síntomas adicionales que se pueden presentar son mareo (próximo al desmayo), desvanecimiento, sudoración excesiva, piel ruborizada, dificultad para respirar, dolor de tórax, sensación de palpitaciones, náuseas y vómitos, entumecimiento y hormigueo, malestar abdominal, asfixia, miedo intenso a la muerte o a volverse loco y confusión o trastornos en el pensamiento.
No lo duce acuda a su especialista en salud mental cuanto antes.
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