Supone la dificultad para leer e identificar los sonidos del habla y para comprender cómo estos se relacionan con las letras y las palabras
La dislexia o discapacidad de lectura es una discapacidad de aprendizaje en la que los niños enfrentan dificultades para leer porque no pueden reconocer los sonidos del habla de manera adecuada. Tienen una incapacidad distintiva para aprender a relacionar letras, palabras o interpretación. La dislexia afecta de manera adversa el área del cerebro humano responsable de los lenguajes informáticos.
Tener esta discapacidad particular de aprendizaje no significa que la inteligencia de un niño se vea comprometida. Por el contrario, los niños con dislexia pueden tener un nivel de inteligencia normal y, en algunos casos mayor. Aun así, como ocurre con otras dificultades de aprendizaje, los niños con dislexia deben recibir acompañamientos dedicados o inscribirse en un programa especializado para su educación.
Señales
Los síntomas más comúnmente aceptados de dislexia pueden comenzar a manifestarse en cualquier etapa en los niños. Mientras que algunos pueden mostrar indicaciones durante el preescolar, otros pueden mostrar signos hasta más tarde. Es decir, la edad es independiente a esta dificultad. Sin embargo, los síntomas son siempre similares.
Por ejemplo, los niños disléxicos tienen muchas dificultades cuando se trata de leer. A pesar que tienen niveles de inteligencia normales, todavía muestran una incapacidad para leer con facilidad. En términos de actividades regulares, los niños que tienen dislexia pueden gatear, caminar o incluso hablar, pero mucho más tarde de lo habitual.
Ya que estamos discutiendo del tema de hablar, los niños disléxicos también pueden tener retraso en el desarrollo del habla. Esto significa que pueden pronunciar mal las palabras simples, ser incapaces de rimar las palabras de manera efectiva y también tener problemas para asimilar palabras que suenan diferentes.
También son más lentos de lo habitual cuando se trata de aprender nueva información. Por ejemplo, les cuesta aprender las letras del alfabeto y, en algunos casos, tampoco pueden pronunciarlas. Además, los niños también pueden dejar de recordar días, meses, años o colores.
La coordinación o falta de ella es otra preocupación que surge cuando hablamos de niños con dislexia. Desafortunadamente, estos niños pueden ser considerados más torpes que otros en sus aulas o patios de recreo. Incluso algo tan simple como atrapar una pelota puede ser un desafío.
Otros problemas son la incapacidad de distinguir entre los errores de ortografía, o definir el lado izquierdo y derecho. Por lo general, no pueden comprender y asociar patrones que parecen normales a otros niños. En casos severos, si logran aprender una nueva palabra un día, pueden olvidarlo por completo al siguiente.
Los impedimentos del habla son otra preocupación común con este trastorno. La terminología que contiene más de una sola sílaba y el procesamiento fonológico puede resultar particularmente difícil para los que lo padecen.
Además, los niños disléxicos no pueden concentrarse adecuadamente. Es posible que luchen contra ellos mismo por intentar concentrase, después de lo cual pueden sentirse mentalmente agotados y aun así ser incapaces de concentrarse. Esto es predominantemente por qué un alto porcentaje de niños disléxicos también sufren de trastorno de hiperactividad con déficit de atención.
Finalmente, otros síntomas de la dislexia incluyen no poder formar una secuencia de pensamientos y tener enfermedades autoinmunes como el asma y el eccema además de su dislexia.
Una vez se ha diagnosticado dislexia un tutor en fonética puede elevar al niño hasta el nivel de lectura apropiado para su inteligencia. Se debe informar al maestro del niño y pedirle que sea comprensivo. Existen versiones de exámenes adaptados para estudiantes con esta dificultad.
La dislexia puede superarse cuando está correctamente diagnosticada y se la trata con paciencia y fuerza de voluntad. Las dificultades en la educación suelen ser el resultado de un diagnóstico equivocado y la consiguiente frustración del niño al sentirse incapaz. Busque las áreas en las que el niño se destaca y ponga énfasis en ellas.
Un niño puede tener problemas para leer, pero ser un genio en matemáticas, música u otros campos. Los ordenadores y las nuevas tecnologías son herramientas de aprendizaje especialmente útiles para los niños que tienen dislexia, ya que permiten desarrollar habilidades para escribir que de otra manera no se podrían lograr. Muchos niños disléxicos son capaces de compensar sus desventajas con relativa facilidad.
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