Evaluación del Riesgo de violencia

La conducta violenta se puede manifestar en diferentes contextos como una realidad latente en la sociedad

La violencia se puede demostrar de diferentes maneras; siendo una conducta que amenaza la integridad propia o de otras personas, tanto física o emocionalmente. Este tipo de conducta se puede manifestar en diferentes contextos sociales y es una realidad ante la cual nos enfrentamos cotidianamente.
Para poder determinar estas tendencias o conductas se realizan estudios; valoraciones bajo la dirección de profesionales de salud mental que tratan de medir la susceptibilidad de la persona para una conducta de violencia.
Estos estudios son apropiados a un aspecto esencial de salud conductista (la salud mental) y los ambientes legales, donde la posibilidad de conducta violenta de un individuo en el futuro es un tema de interés. En el contexto médico, un sujeto desquiciado mental con tendencias violentas necesita experimentar una determinación de riesgo de violencia antes de que pueda ser puesto en libertad; del mismo modo un criminal violento tiene que ser dirigido a una serie de evaluaciones y análisis de riesgo de violencia antes de su período final de encarcelación.

¿La determinación de riesgo de violencia es transmitida?

La determinación o evaluación de riesgo de violencia son transmitidas por dos razones principales. La primera, es la protección al individuo de más daño. Además, proyectar mecanismos específicos para defender a otras personas. Por ejemplo, si una persona con un riesgo alto de comportamiento violento es puesta en libertad, sería obligado a convivir dentro de una zona limitada, dando parte oficial de libertad bajo palabra, acerca de todo lo que hace (un constante monitoreo). Este juega un papel significativo reprimiendo el riesgo de comportamiento violento.
En segunda medida, estas determinaciones de riesgo de violencia permiten a los profesionales de salud mental vigilar el posible progreso que han hecho de su tratamiento. Formando una serie de fuentes de datos profesionales que facultarán a la persona en duda, a percatarse de tendencias violenta y facilitar junto con dichos profesionales el tratamiento y superación de su problema; evitando cometer cualquier delito penal violento.
Parte de los estudios y análisis de estos casos se reservan para la descripción de las principales herramientas clasificadas según el tipo de violencia en función de su objetivo o tipo de víctima: violencia inespecífica o general en adultos, violencia de pareja, violencia sexual en adultos, violencia juvenil y otros tipos de violencia como terrorismo, acoso, violencia en el contexto laboral, etc. La valoración del riesgo de violencia es un requisito fundamental en la toma de decisiones profesionales que implican prevenir, intervenir o informar sobre la conducta de las personas.

Henry Montero, LMHC, CASAC-2, CTTS
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