La depresión es la enfermedad mental más común en el mundo.
Según la Organización Mundial de la Salud, cerca de 300 millones de personas son afectadas por la depresión. Si bien la depresión es relativamente común, sigue siendo una enfermedad que tiene aspectos por estudiar. Algunos de los campos de estudio dentro de esta enfermedad se encuentran las causas y los tratamientos.
Entre los tratamientos, a pesar de que se han logrado algunos avances. Los psiquiatras no han empezado a adoptar los nuevos métodos por falta de datos. Ya que la mayoría de la información disponible viene de unos pocos estudios. Lo que es insuficiente para probar su eficiencia o conocer a fondo los riesgos.
Depresión, más allá de estar triste
Aunque la depresión es relativamente común, hay muchas ideas erróneas. Aclarar algunas de ellas es de utilidad para comprender la naturaleza de los tratamientos. Antes que nada, la enfermedad va más allá de estar triste, en un sentido más amplio, es la perdida de interés e ir dejando de disfrutar las actividades.
Todo eso junto con un sentimiento de culpa, desesperanza y pérdida de autoestima. Además de algunos cambios en algunas actitudes, como mayor ira e irritabilidad.
Las causas de la depresión son variadas, ya que van desde experiencias fuertes, hasta factores biológicos.
Además de las diferentes causas, o factores que pueden desencadenar la depresión. Igual existen variantes de la enfermedad. Algunas más notorias que otras, e incluso algunas que serían consideradas “de bajo perfil“. Ante todo esto, también existen varias opciones de tratamiento. Las más usuales son la terapia cognitiva y el uso de antidepresivos. Aunque parte importante del tratamiento, también se encuentra en las redes de apoyo del paciente.
Estimulación cerebral, una opción que se abre camino
La revista Nature aloja el artículo original sobre el tratamiento de la depresión con estimulación transcraneal con corriente aterna (tACS). El estudio reporta que cerca del 80% de los pacientes mostraron mejoras notables. A pesar del gran éxito, aún no se utiliza la tACS por la falta de datos.
Con el objetivo de otorgar mayor validez al método, el investigador Julian Mutz y su equipo se dieron la tarea de realizar pruebas clínicas. Las pruebas tomaron a 6750 pacientes depresivos, los participantes debían evaluar la mejoría con los tratamientos. Los investigadores aplicaron tanto el método tACS, así como métodos placebo.
Finalmente, el equipo logró concluir que el método, si bien era eficiente, este no sustituye los demás. Más bien, funciona como un método de apoyo, el cual muestra buenos resultados al ser combinado con otras técnicas.
La depresión es una enfermedad que debe atacarse desde varios frentes y por ello es bastante común la combinación de varios tratamientos.
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