La esquizofrenia es una enfermedad mental que se caracteriza por una alteración de la percepción de la realidad así como de la consciencia de la realidad que está viviendo la persona afectada
La esquizofrenia afecta la capacidad de la persona de pensar claramente, controlar sus emociones, tomar decisiones o relacionarse con los demás. Es un trastorno mental en el cual es difícil diferenciar entre experiencias reales e irreales.
Todos estos síntomas hacen que la persona que padece esquizofrenia sufra mucho y en ocasiones se quede completamente anulada o bloqueada. Es frecuente que se aísle en casa.
La edad de aparición está comprendida entre los 15 y los 45 años. Aunque es más habitual que comience al final de la adolescencia, hay casos de aparición en la infancia, que suelen enmascararse con problemas escolares o mal comportamiento.
Lo que caracteriza a la esquizofrenia es que afecta a la persona de una forma total, por lo que quien la padece comienza a sentir, pensar y hablar de forma diferente a como lo hacía antes. Dicha persona puede empezar a sentirse extraña, estar más aislada; puede evitar salir con amigos, dormir poco o demasiado, hablar sola o reírse sin motivo aparente.
Es muy importante no olvidar que la persona que tiene una esquizofrenia no puede explicar lo que le está sucediendo, tiene miedo de hacerlo o de creer que está enfermo. Por lo tanto, no pedirá ayuda ni se quejará en la mayoría de los casos de lo que le sucede. Por todo esto, la mayor parte de ellos y sobre todo al comienzo de la enfermedad no aceptan tomar medicación ni acudir al especialista.
No se conoce una sola causa de la esquizofrenia. Muchas enfermedades, tales como las enfermedades cardíacas, tienen su origen en diversos factores genéticos, de conducta, y otros factores; y este podría ser también el caso de la esquizofrenia. Aunque no hay una causa común, en la actualidad la mayoría de los investigadores y los médicos creen que es el resultado de una combinación de ambas vulnerabilidades: cerebro (ya sea congénita o adquirida) y eventos de la vida. Este enfoque ampliamente adoptada se conoce como el modelo de “vulnerabilidad al estrés”, y mucho debate científico se centra ahora en la cantidad en que cada uno de estos factores contribuye al desarrollo y mantenimiento de la esquizofrenia. La esquizofrenia es más comúnmente diagnosticada por primera vez durante la adolescencia tardía o edad adulta temprana, lo que sugiere que a menudo es el proceso final de la infancia y la adolescencia.
Síntomas
Se llaman síntomas a aquellas manifestaciones del sujeto que anuncian una anomalía o enfermedad. Serían síntomas los dolores, las inflamaciones, los cambios de ritmos biológicos. El problema de la esquizofrenia es que la mayoría de los síntomas son subjetivos, dependen de lo que el paciente refiera.
- Síntomas positivos: Aparición de conductas o experiencias que habitualmente no están presentes (por ej: oír voces).
- Síntomas negativos: Disminución o cambio de funciones habitualmente presentes, cambios de la conducta habitual.
Síntomas positivos
En ocasiones también llamados síntomas psicóticos. Se trata de aquella sintomatología relacionada con la desconexión o confusión de la realidad. Se caracteriza por, alucinaciones, delirios, ideas extrañas, alteraciones del sueño, apetito, una elevada angustia, excitabilidad, suspicacia acerca de que el resto les quiere hacer algún mal, o perjudicarles.
Síntomas negativos
- En la esquizofrenia también hay otra serie de síntomas menos alarmantes, pero que se suelen confundir como signos de pereza o de mal comportamiento. Son los llamados síntomas negativos: como por ejemplo, la apatía, la falta de energía, la falta de placer, insociabilidad, etc. Estos deben ser tratados en la misma medida que los síntomas activos o positivos.
- Todos estos síntomas afectan a todos los ámbitos: social, laboral, familiar. En algunos aspectos el enfermo esquizofrénico tiene menos capacidad de acción que una persona sin dicho diagnóstico. Estas deficiencias las llamamos síntomas negativos.
- Se pueden ver estos síntomas antes de que aparezcan las alucinaciones y los delirios, pero en su forma más clara se manifiestan sólo después de la desaparición de los síntomas positivos. Hablaríamos de la fase residual de la enfermedad.
- Hay que subrayar que no todas las personas que sufren de esquizofrenia tienen estos impedimentos o síntomas. Alrededor de una tercera parte de las personas que tienen dicha enfermedad no tienen esos impedimentos o apenas interfieren en su vida cotidiana.
- Podemos observar también un empobrecimiento en el habla y en la forma de expresarse; o pueden tener dificultades para concentrarse o leer un libro. En las personas que padecen esquizofrenia también es frecuente que haya una disminución del contacto social, no salir con los amigos, e incluso ni llamarlos. A nivel emocional podemos ver un aplanamiento afectivo, es decir, a la persona parece como que ya no le emociona o entristece prácticamente nada, como si todo le diera igual. La única emoción que puede aflorar es la ira o el enfado, que en estos casos viene muy asociada a la sintomatología positiva que hemos mencionado antes.
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