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De qué sirve una psicoterapia individual

Se promoverá la búsqueda de equilibrio entre el pensar y el sentir. Lograr la propia confianza es la tarea primera y básica del desarrollo de la identidad

La psicoterapia individual es el tratamiento a través de métodos psicológicos de problemas de naturaleza emocional, en donde una persona (el paciente) establece deliberadamente una «relación profesional» con otra persona (el terapeuta) que le ayudará a remover y modificar síntomas de malestar ya existentes, prevenir algunos otros, mediatizar comportamientos y promover el crecimiento.

Escuelas de psicoterapia
En psicoterapia existen varias escuelas: la psicoanalítica, la Terapia Gestalt, la cognitivo-conductual, la sistémica, la terapia centrada en la persona, la terapia sexual, entre otras.

Independientemente de las diferentes escuelas o corrientes, todas ellas pretenden ser fieles a la psicología dinámica que tiene como objetivo promover el autoconocimiento de las personas, ya que la evitación de éste es el meollo de la psicología, es decir, el lado contrario de la salud.

La psicología dinámica mantiene que es imperativo establecer contacto con las propias actitudes aun cuando ese conocimiento lleve consigo cierto malestar, pues en ocasiones no resulta agradable verse a sí misma tal cual es. La importancia de esta tarea consiste en la aceptación de lo que se es y de lo que no se es.

El desarrollo del autoconocimiento constituye la base de la realización personal, «es mejor saber que vivir en la ignorancia». A partir del autoconocimiento se tendrá la oportunidad de llevar a cabo el «propio diseño» con conciencia y conocimiento de causa, mas allá de prejuicios y formatos preestablecidos que alejan de la autenticidad y de la verdadera esencia del SER.

Si tomamos en cuenta que la puerta de entrada a la psicoterapia es generalmente el sufrimiento, la incomodidad con uno mismo, un ruido interior que necesita ser escuchado, se entiende entonces la necesidad del cambio.

Los conflictos existenciales de una persona reflejan la discrepancia entre los valores que profesa y los que en efecto acepta, ya sea de forma consciente o no, pero inevitablemente esta discrepancia causará dolor emocional. El dolor emocional es el punto decisivo para buscar la ayuda profesional, y debe ser atendido tomando en cuenta que la persona seguramente lo ha intentado ya de muchas formas y agotado sus propios recursos.

Será importante reconocer la necesidad de intentar nuevos cambios para el alivio de los síntomas, los mismos que implementará en su cotidianidad para mas adelante caminar genuinamente a su forma y a su ritmo.

Una vez que el proceso se ha iniciado, se tiene que asumir que la búsqueda de sí mismo puede hacer perder seguridad, en la medida que se trabaje para soltar los viejos patrones de conducta que han generado malestar, lo cual producirá incertidumbre, se pasará de la tranquilidad a la sorpresa y de lo conocido a lo novedoso.

Soltar lo conocido generará nuevas angustias; sin embargo, el progreso y el encuentro con el bienestar antes o después será inevitable.

Proceso psicoterapéutico
El proceso de la psicoterapia, entre otras cosas, facilitará la expresión de los sentimientos, pues estos por lo general no se expresan de un modo directo, aparecen en forma de símbolos a través de las actitudes, las mismas que habrá de comprender y traducir para poder modificar la conducta. La apreciación racional de la propia conducta y las fuentes que la motivan, ayudarán a esta modificación.

Se promoverá la búsqueda de equilibrio entre el pensar y el sentir. Lograr la propia confianza es la tarea primera y básica del desarrollo de la identidad. Lograr un «YO» fuerte, ordenado, unificado y mediador es uno de los objetivos principales, así como el control de los instintos y el logro de un pensamiento realista.

La toma de conciencia de sí mismo, el «darse cuenta», ayuda a que las personas presten atención y permite que reconozcan el modo en que sus formas habituales de pensamiento matizan sus experiencias, limitan sus posibilidades y restringen sus formas de ser positivos, nutritivos y creativos.

El paciente que se presta atención a sí mismo reporta en voz alta lo que le acontece, el terapeuta le ayuda a ser honesto consigo mismo, a reconocer sus propias heridas para poder sanarlas y a finalizar sus asuntos inconclusos. Poco a poco se ira haciendo cargo, aprenderá a responsabilizarse de todo cuanto le acontece.

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